La habitación era muy espaciosa y ordenada, ofrecía té gratis y una plancha. El desayuno era sorprendentemente bueno, tenía un baño excelente. Ubicación: el hotel estaba muy, pero que muy cerca de restaurantes y tiendas, de del mismo centro y también de cafeterías. Cerca de Paulaner, un lugar agradable para relajarse.

La ubicación es genial, a unos 10-15 minutos caminando de las Termas. La habitación estaba super limpia y el desayuno inglés era súper completo. El personal fue increíble, nos dio la bienvenida con chocolate 🍫.

Habitaciòn confortable ,muy limpia y al detalle en todo para una agradable estancia. El personal encantador, todo facilidades. La ubicaciòn inmejorable, en pleno casco antiguo de la ciudad.

Hotel pequeño, sin pretenciones pero muy bien unicado, limpio y confortable

La ubicación era conveniente y a poca distancia a pie de los Termas de Wiesbaden. La habitación era moderna y tenía todo lo necesario, como un televisor de pantalla plana, una mesa de trabajo y un hervidor eléctrico. Los servicios eran eficientes.

Cerca del casco histórico. Personal amable. Desayuno completo. Buena ubicación.

Nada que pueda disgustar.

Las habitaciones son modernas, con baños muy limpios y tienen un interior luminoso. La atmósfera del hotel es tranquila.

Este lugar tiene una ubicación conveniente, perfecta para visitar Wilhelmstrasse, un desayuno bueno y eficiente servicio, así como un estacionamiento público en las instalaciones.

Las habitaciones eran modernas y funcionales, con televisor de pantalla plana y una mesa de trabajo. Baño de tamaño decente con buena bañera con drenaje. - Buena ubicación cerca de la zona de compras y centro de la ciudad.

Este hotel ofrece una excelente relación calidad-precio. Como se mencionó en las reseñas anteriores, la ubicación del hotel es perfecta: justo en el centro de la ciudad, a pocos metros del casco histórico. Además, el personal es amable y servicial, haciendo todo lo posible para asegurarse de que los huéspedes tengan una estancia agradable. Un detalle encantador es la atención al detalle, con pequeños toques como una tetera con infusiones en la habitación y zapatillas. Por último, el desayuno es delicioso, con café fresco servido en pequeñas teteras, lo que permite disfrutar de una taza caliente al despertar.

Todo estuvo en orden y no hubo ninguna falla notable.

Me alojé en un hotel con una localización perfecta, cerca del centro histórico de la ciudad y de todas las tiendas. La habitación era acogedora y contaba con detalles como una tetera y dulces. El desayuno era muy completo y delicioso.

Hubo momentos en los que la recepción se encontraba sin personal, lo cual fue un inconveniente.